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SHUTZHUND WORKSHOP CON IVAN BALAVANOV EN BUENOS AIRES

INTRODUCCIÓN

Es difícil tratar de resumir la enorme cantidad de información que Ivan nos entregó durante el seminario. Lo cierto es que, sin lugar a dudas, todos los que asistimos quedamos asombrados con su sólido manejo teórico y su espectacular maestría técnica. Más aún, él demostró que el ser un maestro en la disciplina, no es incompatible con virtudes como la sencillez y la amabilidad. Su gran sentido del humor y simpatía nos han dejado un gran recuerdo y una indeleble imagen de alegría e inspiración para el trabajo con nuestros perros.

Primero lo primero

Antes que cualquier cosa que hagamos, es necesario conocer al dedillo el reglamento, de manera que sepamos claramente que podemos y que no podemos hacer durante la competencia.

Luego es necesario crear una imagen mental nuestra, como guías, durante la ejecución de los ejercicios.

Después debemos planear como llegar a nuestra meta final.

Pasos a seguir:

1.- Crear los patrones correctos de juego con nuestro perro.

2.- Aislar los comportamientos que necesitamos entrenar

3.- Establecer la secuencia correcta de lo que vamos a enseñar.

Comunicación clara

Cuando Ivan habla de obediencia sin conflicto, él no quiere decir sin castigo . A lo que él se refiere es a lograr una comunicación consistente y fluida con nuestro perros desde el primer momento, lo que implica establecer las reglas del juego con absoluta claridad a fin de evitar confusión y frustración –estrés- durante el aprendizaje.

Motivación

La motivación es el factor decisivo en la metodología que Ivan propone. El perro siempre tiene que querer algo de nosotros, lo que nos permitirá manipular su comportamiento.

La falla más común de los guías en relación a esto, es que normalmente no se comunican con el perro cuando este está haciendo algo distinto a lo que se busca en el entrenamiento. Es decir, no le expresan que no les gustó lo que el perro hizo. Típicamente, durante el shaping o moldeado, las respuestas incorrectas simplemente no se refuerzan y son ignoradas por parte del guía, en la búsqueda de que el perro –por sí sólo- continúe su experimentación de ensayo y error. Para Ivan, esto es un error, ya que deja una brecha comunicacional innecesaria entre el guía y el perro, lo que se traduce en frustración y pérdida de tiempo, además de una merma en la confianza que el perro tiene en su amo.



Señales

Tenemos que enseñar tres señales fundamentales.

1.- Liberación (Ok, Libre, free, etc.)

Significado: El ejercicio terminó, aquí esta tu premio! (juguete, comida, etc.)

2.- Confirmación (Muy bien, good, fine, bravo)

Significado: ¡Vas bien, ese es el camino, ya viene la señal de liberación y obtendrás tu recompensa!

3.- Negativa (No, ah-ah)

Significado: No me gusta lo que estás haciendo, así no lograrás conseguir lo que quieres.

El timing es crucial para todas estas señales, ya que hay que darlas en el preciso momento en que el perro está realizando la conducta que queremos confirmar o desalentar.

Por último, tenemos dos señales que también son importantes: la primera es decirle al perro lo que vamos a hacer (rastro, obediencia o protección), de manera que él pueda prepararse psicológicamente (motivación) para lo que viene; la segunda es para que sepa que la sesión ha terminado y que ya no haremos nada mas.

Etapas del aprendizaje

1.- Enseñanza: Entregaremos toda la ayuda necesaria (lenguaje corporal) para que el perro sepa que es lo que queremos que realice. Hay que estar atentos para recordar cuales fueron esas ayudas y las podamos eliminar después.

La práctica es realizada siempre de la misma manera.

2.- Fluidez : Llegaremos a esta etapa cuando veamos que el perro realiza el ejercicio bien, 8 de cada 10 veces (al menos).

En esta etapa, mantendremos un programa de refuerzo continuo, ya que el perro necesita de confirmación constante.

3.- Generalización y discriminación : En esta etapa tenemos que lograr que el perro desarrolle el ejercicio en cualquier lugar. La idea es que él sea capaz de generalizar la ejecución de los ejercicios en situaciones diferentes, y que al mismo tiempo, sea capaz de discriminar entre las distintas órdenes y quién las da. El objetivo final es que el perro sólo responda a los comandos verbales del dueño, sin importar los estímulos ambientales.

4.- Mantenimiento: Programa de refuerzo aleatorio (variable). A partir del momento en que estamos seguros de la performance del perro, en distintos lugares y situaciones, pasamos a un programa de refuerzos variable e impredecible, lo que asegurará la persistencia de las conductas entrenadas.


Ivan demostrando su gran técnica con un Malinois, durante el seminario.


Visita la página de Ivan en:
www.malinois.com/otvitosha _________________________
Fuente de la reseña http://www.elcancerbero.cl

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